Fábrica Social aparece en 2007 como una escuela rural de diseño que busca brindar herramientas a mujeres artesanas con el propósito de mejorar la comercialización de los productos de sus oficios tradicionales.
Nuestro nombre nace de la reflexión, de cómo lo que fabricamos materialmente produce sociedad. Cuando elaboramos los objetos que usamos y consumimos, reproducimos esquemas y estructuras sociales de igualdad o equidad. Fabricamos cotidianamente la sociedad en la que vivimos.
Después de 2 años de existir como escuela rural de diseño, observamos la necesidad de crear un canal de comercialización en el que las artesanas con las que trabajamos pudieran vender bajo verdaderos estándares de Comercio Justo; así, en 2009, nace la comercializadora de Fábrica Social.
Nuestra práctica de Comercio Justo está basada en la TRANSPARENCIA, ¿A dónde va cada peso cuando compras en Fábrica Social?
Transparentamos el comercio para que además de justo sea honesto.